Farrah Fawcett, que saltó a la fama como protagonista de uno de los tríos televisivos más populares de la historia, Los Ángeles de Charlie, ha muerto el jueves 25 (nueve y media de la mañana en Estados Unidos), en el hospital Saint John, de Santa Mónica, California, a los 62 años y tras batallar varios años frente a un cáncer.
Su pareja, Ryan O'Neal, que hace pocos días había anunciado en una entrevista para la televisión que iba a ser emitida el viernes que Fawcett había aceptado casarse con él, estuvo a su lado hasta el último momento, según publica la edición digital de la revista People.
Fawcett tenía un cáncer de colon que se le diagnosticó hace tres años y que, a pesar de que los médicos pensaron haber superado, reapareció en 2007 con una metástasis en su hígado.
Esta mañana, la popular presentadora Barbara Walters, que había entrevistado a Ryan O'Neal hace un par de días, contó a través de la cadena ABC que Fawcett había recibido la extremaunción y que, debido a lo débil y grave de su estado, era "muy posible" que no sobreviviera un día más.
A la actriz la sobrevive su hijo Redmond O'Neal, de 24 años, que actualmente se encuentra recibiendo un tratamiento de rehabilitación en una cárcel de California tras quebrantar repetidamente la ley.
"Sé que finalmente todos moriremos algún día. Pero no quiero morir de esta enfermedad", había dicho la actriz en el documental Farrah's story, que relataba sus dos últimos años de lucha contra la enfermedad tratada en Estados Unidos y Alemania, y que fue transmitido por la NBC en mayo.
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